Machu Picchu es declarada la primera maravilla sostenible del mundo - AJE
En las celebraciones por el 12 Aniversario del
anuncio de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo, la Municipalidad de Machu Picchu
Pueblo declaró al Santuario Histórico de Machu Picchu como la Primera Maravilla Sostenible.
La
proclamación ha sido posible gracias a la ONG Inkaterra Asociación, que en
alianza estratégica con la multinacional de bebidas AJE Group y con la
Municipalidad de Machu Picchu, ideó una solución eficiente para que Machu
Picchu sea la primera ciudad de Perú y Latinoamérica en gestionar la mayoría de
sus residuos sólidos de forma responsable, a beneficio de su herencia cultural
y natural.
“Nuestra
Maravilla del Mundo es hoy percibida como un destino sostenible y se convierte
en un ejemplo de gestión para el ecoturismo a nivel mundial”, declaró el
alcalde de Machu Picchu, Dr. Darwin Baca, acerca de la iniciativa ‘Machu
Picchu: Primera Maravilla Sostenible’.
La campaña ‘Machu Picchu: Primera Maravilla
Sostenible’ surgió en el año 2016, luego de que UNESCO evaluara la inclusión de
la ciudadela inca en su lista de Patrimonios Mundiales en Riesgo. Machu Picchu
se halla en un pequeño y profundo valle cuyo único acceso es a pie o por tren.
Dada la creciente demanda turística, las limitaciones de transporte y el hecho
que no haya espacio para la preparación tradicional de compost, el manejo de
desechos se convirtió en un problema serio.
A raíz de ello, en el 2017 se dio la primera
iniciativa de ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’ con la donación a la
Municipalidad de una máquina compactadora
de plásticos para procesar 7
toneladas diarias de basura.
Este año 2019, Inkaterra y AJE Group entregaron
a SERNANP otra Planta Compactadora de Residuos Plásticos destinada para la
limpieza y el reciclaje en el Camino Inca, la ruta de trekking más famosa de
Sudamérica.
La Planta
de Transformación de Aceite de Cocina en Biodiesel y Glicerina Orgánica se
inauguró en el 2018 dentro de las instalaciones de Inkaterra Machu Picchu
Pueblo Hotel.
Con el aceite vegetal usado que la Municipalidad
recolecta de los hogares, hoteles y restaurantes de Machu Picchu, se produce 20
galones diarios de combustible biodiesel. Mensualmente, son tratados seis mil
litros de aceite usado, evitando que sean vertidos al río Vilcanota.
“De
acuerdo a estudios, un litro de aceite quemado contamina mil litros de agua”,
sostuvo Jorge López-Dóriga, Director de Comunicaciones y Sostenibilidad de AJE
Group. “Por ello, la alianza de la Municipalidad de Machu Picchu, AJE Group e
Inkaterra, promueve la donación de aceite de cocina usado entre los hogares,
hoteles y restaurantes de Machu Picchu Pueblo. La producción local de biodiesel
reduce el uso de combustibles fósiles y la huella de carbono originada por el
transporte de combustibles desde Lima a Machu Picchu, distancia de aproximadamente
1150km”.
Por
otro lado, la glicerina orgánica –libre de petroquímicos– obtenida en este
proceso de fabricación de biodiesel es utilizada por la Municipalidad de Machu
Picchu para la limpieza de las aceras y pisos de piedra de Machu Picchu Pueblo.
En
abril de 2019, la alianza entre Inkaterra Asociación, AJE Group y la
Municipalidad de Machu Picchu inauguró la primera Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos.
Esta
tecnología innovadora, comisionada al Grupo Alimenta, tiene la capacidad de
procesar a través de pirólisis –descomposición química a altas temperaturas en
ausencia de oxígeno– ocho toneladas de residuos de basura al día para generar
bio-carbón, un fertilizante natural que ayudará a la reforestación del bosque
de nubes andino, el cual contribuirá con la productividad agrícola de las
poblaciones ancestrales en las alturas del distrito de Machu Picchu.
De
este modo, la planta de pirólisis para el tratamiento de residuos orgánicos es
un proceso no contaminante y sostenible. Asimismo, es rentable para la
Municipalidad y las poblaciones locales, pues ahorra costos de transporte de
fertilizante, mientras que el costo de producción in situ es más bajo que el precio de mercado del bio-carbón.
“La
iniciativa ‘Machu Picchu: Primera Maravilla Sostenible’ ha logrado despertar la
conciencia ecológica de nuestra comunidad, que hoy segrega la mayoría de sus
residuos de los hogares y establecimientos en su punto de origen”, declaró el
presidente y fundador de Inkaterra, José Koechlin.
En el 2018, el proyecto de convertir la ciudad
de Machu Picchu en un modelo de sostenibilidad global fue galardonado en
Alemania con el prestigioso premio Die
Goldene Palme en la categoría "Turismo Responsable”, como también el
premio Líderes + 1 (Perú).
Conoce más en: http://www.aguacielo.pe/
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